martes, 20 de enero de 2009
Endefuera a Palau
ENDEFUERA A PALAU, ahí está. Ésta es la palabra que ninguno sabía... Allí, en Palau d'Espluga que generosamente nos dejó, 32 personas acampamos los dia 22 y 23 de agosto. El sitio, perfecto, el tiempo se portó... y la gente también. Salimos de la Pllaza a la 6 de la tarde caminando - no todos-... hasta Palau d'Espluga. Allí montamos las tiendas con mayor o menor dificultad y nos instalamos hasta la hora de cenar. De cháchara y a la fesca... y sin mosquitos, afortunadamente. Después de cenar, mientras se preparaba el quemadillo de ron -con intento de suicidio incluido- apareció "el sin nombre". Un extraño personaje que portaba un farolillo apareció desde la oscuridad para advertirnos de los peligros de las bruixas y otros seres que habitan estos lugares. Se llevó con él a 2 niños que conseguimos rescatar después de difíciles negociaciones con la bruixa de l'urmo. Remató la faena Darío explicando un cuento sobre un perro degollado y calmó los ánimos Tere explicando una versión magnífica de Chuan sin Miedo. Finalmente, unos antes y otros después fuimos a descansar... Ninguno descansó mucho, por cierto, porque a pesar de las tilas y el cansancio hubo murmullos, ronquidos e incluso gritos toda la noche... Al día siguiente, buen almuezo, recogida de catatricos y de vuelta al pueblo. No sin antes tirar con arco y participar en los juegos que nos preparó María para los más peques. Eso si, una expedición matinal nos informó del resultado de la final de baloncesto y los más lisiados tuvieron que bajar motorizados. Una experiencia para repetir.
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